Colossal Biosciences anuncia el nacimiento de tres ejemplares mediante edición genética. El avance reaviva el debate sobre los límites de la biotecnología.
La empresa estadounidense Colossal Biosciences informó sobre un avance sin precedentes en el campo de la biotecnología: el nacimiento de tres ejemplares del lobo terrible (Canis dirus), una especie extinta desde hace más de 10.000 años. El anuncio ha generado tanto entusiasmo científico como cuestionamientos éticos.
Los animales, nombrados Rómulo, Remo y Khaleesi, nacieron entre octubre de 2024 y enero de 2025 en una reserva ecológica privada de Estados Unidos. El proceso de “desextinción” fue posible gracias a la edición genética de 14 genes del lobo gris común, cuyas células madre fueron modificadas para asemejarse al código genético del lobo terrible, según explicó la compañía.
Los embriones fueron gestados por madres sustitutas caninas, sin emplear directamente ADN fósil. El proceso comenzó con el análisis de restos óseos hallados en Ohio e Idaho, datados entre 13.000 y 72.000 años.
Con apenas seis meses de vida, Rómulo y Remo ya superan los 36 kilos de peso y 1,20 metros de longitud, y exhiben conductas instintivas propias de la especie, como la evasión del contacto humano y aullidos únicos que no se habían escuchado en milenios. Su hermana menor, Khaleesi, de dos meses, completa el trío.
Más allá de una curiosidad científica
El lobo terrible habitó gran parte del continente americano, desde Canadá hasta Venezuela. Con una complexión más robusta que la del lobo moderno, se distinguía por su potente mandíbula y su comportamiento gregario.
Colossal Biosciences, fundada en 2021 y respaldada por más de 130 investigadores, trabaja además en la resurrección de otras especies extintas, como el mamut lanudo, el tilacino y el dodo. En marzo pasado, presentaron un experimento previo: un “ratón lanudo” con características similares a las del mamut.
La empresa defiende su enfoque como una herramienta para restaurar ecosistemas y conservar especies amenazadas. Entre ellas, el lobo rojo, al que esperan fortalecer genéticamente usando lo aprendido en el proceso de desextinción.
Opiniones divididas en la comunidad científica
Mientras algunos ven en este avance una oportunidad para revertir la pérdida de biodiversidad, otros alertan sobre los riesgos éticos y biológicos del procedimiento.
“El proceso puede implicar sufrimiento animal, abortos espontáneos y consecuencias imprevisibles”, advirtió Robert Klitzman, experto en bioética de la Universidad de Columbia, citado por la revista TIME, que publicó el informe original.
Por ahora, los tres lobos terribles permanecen bajo observación en un terreno de 817 hectáreas. Aunque no cazan presas vivas, sus cuidadores aseguran que muestran un comportamiento lupino característico, desde el acecho hasta el aullido.
El regreso del lobo terrible marca un nuevo capítulo en la discusión sobre los límites entre ciencia, ética y conservación.