El tradicional sistema será reemplazado por la tecnología ‘tap-and-go’
Nueva York. La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) anunció que dejará de vender las MetroCards a finales de 2025, poniendo fin a más de 30 años de uso de estas tarjetas magnéticas. A partir de esa fecha, el sistema de transporte público de la ciudad adoptará por completo el método de pago ‘tap-and-go’, que permite a los usuarios pagar con tarjetas bancarias, dispositivos móviles o una tarjeta específica de la red de transportes.
La MTA informó que esta transición eliminará los costos asociados a la producción y distribución de tarjetas, el mantenimiento de las máquinas expendedoras y la manipulación de efectivo, lo que representará un ahorro anual de al menos 20 millones de dólares.
Las MetroCards seguirán vigentes hasta 2026
Aunque las tarjetas dejarán de venderse a finales de 2025, los pasajeros podrán seguir utilizándolas hasta finales de 2026. A partir de esa fecha, las MetroCards quedarán totalmente fuera de circulación.
El presidente y consejero delegado de la MTA, Janno Lieber, destacó la importancia de la modernización del sistema:
“Después de 32 años, es hora de decir adiós a la MetroCard y apostar por el sistema de pago del futuro. El ‘tap-and-go’, que ya es utilizado por el 65 % de nuestros pasajeros, no solo es más fácil y cómodo, sino que también permitirá acceder a nuevos descuentos y promociones que beneficiarán a los usuarios”.
Del ‘token’ al sistema digital
Las MetroCards, reconocibles por sus colores amarillo y azul, reemplazaron en la década de los 90 a los antiguos ‘tokens’, unas monedas utilizadas como billetes en el metro de Nueva York. Actualmente, las tarjetas también son el principal método de pago en los autobuses de la MTA.
Para facilitar la transición, la MTA impulsará el uso de la tarjeta OMNY, una versión de plástico recargable que emplea la tecnología ‘tap-and-go’, compatible con Apple Pay y otros sistemas de pago digitales. Además, instalará máquinas expendedoras de tarjetas OMNY en todas las estaciones de metro a partir del otoño de 2025.
La modernización del sistema de pago ha sido un proceso prolongado. En 2017, la MTA firmó un contrato de 573 millones de dólares con la empresa Cubic para implementar el sistema OMNY, pero retrasos en la fabricación y el impacto de la pandemia hicieron que el costo se elevara a más de 700 millones de dólares y que la eliminación de las MetroCards, originalmente prevista para 2023, se postergara dos años.
Con esta medida, Nueva York se suma a otras ciudades que han abandonado los billetes físicos en favor de sistemas de pago sin contacto, agilizando el acceso al transporte público y reduciendo costos operativos.