Nueva York. – La última herramienta de inteligencia artificial de OpenAI, ChatGPT-4o, ha desatado una ola de imágenes generadas con un estilo inspirado en el estudio de animación japonés Studio Ghibli. Entre los usuarios que se han sumado a esta tendencia destacan figuras políticas como el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, y el mandatario de El Salvador.
El martes, OpenAI lanzó su “generador de imágenes más avanzado hasta la fecha”, capaz de crear ilustraciones en distintos estilos, incluyendo el característico de películas como El viaje de Chihiro, Mi vecino Totoro y El niño y la garza. En cuestión de horas, usuarios de ChatGPT comenzaron a compartir retratos personalizados, recreaciones de eventos históricos y memes icónicos con este estilo visual.
El presidente Luis Abinader publicó en sus redes sociales un retrato generado por IA junto a su esposa, la primera dama Raquel Arbaje, acompañado del mensaje: “Trabajando todos los días, en la mejor compañía”. Por su parte, la Casa Blanca difundió una imagen en la que se observa a una extranjera arrestada antes de ser deportada y condenada por tráfico de fentanilo. Mientras tanto, el presidente de El Salvador compartió su propia ilustración sin ningún comentario.
Alta demanda y reacciones encontradas
El impacto de esta nueva función ha generado tal demanda que OpenAI ha tenido que implementar restricciones temporales en la generación de imágenes. “Es divertidísimo ver a la gente encantada con las imágenes en ChatGPT. Pero nuestras GPUs están al límite. Vamos a introducir algunos límites de velocidad mientras mejoramos la eficiencia”, explicó en X el CEO de la compañía, Sam Altman.

Sin embargo, la popularidad de esta tecnología también ha reavivado el debate sobre los derechos de autor. En 2016, Hayao Miyazaki, cofundador de Studio Ghibli, rechazó el uso de inteligencia artificial en la animación, calificándola de deshumanizante. Además, miles de artistas han denunciado el uso de su trabajo para entrenar modelos de IA sin su consentimiento, lo que ha derivado en demandas contra OpenAI por posibles infracciones de derechos de autor.
Pese a la controversia, la capacidad de ChatGPT-4o para replicar estilos artísticos sigue atrayendo la atención de líderes mundiales y millones de usuarios en todo el mundo.