Bangkok.- Equipos de rescate salvaron este martes a una mujer de 63 años que pasó 91 horas atrapada bajo los escombros en Myanmar, tras el terremoto de magnitud 7.7 que golpeó el país el pasado viernes. Sin embargo, la esperanza de hallar más sobrevivientes se desvanece mientras la cifra de víctimas supera las 2,700 muertes y se agrava la crisis humanitaria en una nación ya afectada por la guerra civil.
El departamento de bomberos de Myanmar informó que 403 personas han sido rescatadas en Mandalay, pero también se han recuperado 259 cuerpos. En un monasterio, al menos 50 monjes murieron mientras tomaban un examen religioso y se teme que 150 más sigan sepultados.
El general Min Aung Hlaing, líder del gobierno militar, reportó que la cifra oficial de víctimas asciende a 2,719 muertos, 4,521 heridos y 441 desaparecidos. No se descarta que los números aumenten, ya que muchas zonas siguen incomunicadas.
Estructuras colapsadas y dificultades en la ayuda
Más de 10,000 edificios han colapsado o quedado gravemente dañados, según la Organización Mundial de la Salud. En Tailandia, el sismo derrumbó un rascacielos en construcción, causando 21 muertos y 34 heridos en Bangkok.
Equipos de rescate de China, Rusia, India, Emiratos Árabes Unidos y otros países del sudeste asiático trabajan en Myanmar, aunque el acceso es difícil por la falta de maquinaria pesada. En Naipyidó, trabajadores formaron una cadena humana para remover escombros manualmente.
Entre los sobrevivientes rescatados por brigadas chinas en el complejo Sky Villa se encuentran un niño de 5 años y una mujer embarazada. Dos adolescentes lograron salir arrastrándose y guiaron a los rescatistas hasta su abuela y hermano atrapados.
Crisis humanitaria y riesgos de enfermedades
Las necesidades de la población “aumentan cada hora”, alertó UNICEF, mientras miles de desplazados enfrentan escasez de agua, alimentos y medicinas. La destrucción de infraestructura de agua y saneamiento aumenta el riesgo de brotes de dengue, infecciones respiratorias y sarampión, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Miles de personas duermen al aire libre por miedo a las réplicas y la falta de refugios, lo que preocupa ante la inminente temporada de monzones.
La guerra civil obstaculiza la ayuda
El terremoto golpeó a Myanmar en medio de un conflicto armado que ha desplazado a más de 3 millones de personas. La comunidad internacional ha prometido millones en ayuda, pero grupos opositores temen que el gobierno militar desvíe los recursos.
El Ejército de Myanmar, que tomó el poder en 2021 tras derrocar al gobierno de Aung San Suu Kyi, enfrenta una resistencia armada significativa. Pese al sismo, los ataques militares continúan, aunque el Gobierno de Unidad Nacional en la sombra llamó a un alto el fuego unilateral para facilitar la entrega de ayuda.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU advirtió que, en crisis pasadas, la junta militar impuso restricciones a la asistencia internacional, y pidió que se garantice el acceso humanitario sin interferencias.