Santo Domingo.- La enfermedad de Parkinson, un trastorno neurológico progresivo que afecta el movimiento, el sueño, la salud mental y causa dolor físico, se perfila como la próxima gran amenaza entre las enfermedades neurodegenerativas. Según proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), su prevalencia podría superar en las próximas décadas a la del Alzheimer.
Cada 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson, una fecha que busca crear conciencia sobre esta condición cuya incidencia está en aumento, impulsada por el envejecimiento poblacional y los cambios en los estilos de vida.
Aumento sostenido a nivel mundial
En 2019, más de 8.5 millones de personas vivían con Parkinson en todo el mundo. Para el año 2040, se estima que esta cifra podría alcanzar los 12 millones, lo que representaría un incremento de más del 70 % en solo tres décadas.
La región de las Américas presenta una prevalencia estimada de 1.19 casos por cada 1,000 habitantes, con cifras que continúan en ascenso.
Factores de riesgo y señales de alerta
La doctora Rossy Cruz Vicioso, neuróloga especializada en trastornos del movimiento, explica que el Parkinson es una enfermedad heterogénea, con manifestaciones variables según la edad, factores genéticos y ambientales.
Entre los síntomas más comunes se encuentran los temblores involuntarios —especialmente en una mano—, la rigidez muscular y la lentitud en actividades cotidianas como levantarse, vestirse o caminar. Estos signos pueden ir acompañados de deterioro cognitivo y afectación emocional.
“El síntoma más importante es el temblor, que usualmente inicia en una extremidad y puede progresar a otras partes del cuerpo, como los pies o la mandíbula. La rigidez también es muy frecuente, y el paciente la describe como dolor o una sensación de peso en las extremidades”, explicó la especialista.
Un desafío creciente en República Dominicana
En el país, aunque los estudios epidemiológicos sobre la enfermedad aún son limitados, se estima que cerca del 1 % de las personas mayores de 60 años podrían padecer Parkinson. Esta cifra tiende a aumentar en la medida en que la población dominicana envejece y aumentan las enfermedades crónicas no transmisibles.
Avances en el tratamiento
Aunque el Parkinson no tiene cura, existen tratamientos que permiten mejorar la calidad de vida de los pacientes. Entre las opciones más avanzadas figura la estimulación cerebral profunda, que consiste en la colocación de electrodos en zonas específicas del cerebro para reducir los síntomas motores.
“Estamos viendo una enfermedad que no solo crece en número, sino que también plantea nuevos retos para el sistema de salud. Es urgente avanzar en el diagnóstico temprano, mejorar el acceso a tratamientos y fortalecer la investigación local”, advirtió la doctora Cruz Vicioso.
El Parkinson, que hasta hace poco ocupaba un lugar secundario frente al Alzheimer, hoy exige atención prioritaria de la comunidad médica, las autoridades sanitarias y la sociedad en general.