Santo Domingo.– Las labores de búsqueda y rescate continúan en la discoteca Jet Set, escenario de una de las tragedias más devastadoras ocurridas en la capital dominicana, tras el colapso de su techo durante la madrugada del martes. Hasta la mañana de este jueves, el número de víctimas mortales confirmadas asciende a 218 personas, según el reporte más reciente ofrecido a las 7:12 a.m. por el director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), general retirado Juan Manuel Méndez.
Mientras tanto, se han registrado 189 traslados a centros de salud, aunque este número no necesariamente refleja la cantidad exacta de heridos, ya que algunos traslados han incluido a más de una persona.
Las autoridades han reiterado que no cesarán las operaciones de rescate mientras exista la posibilidad de que alguna familia tenga parientes desaparecidos entre los escombros. “Seguiremos aquí, removiendo escombros y buscando personas, hasta que la última familia nos confirme que ya no tiene a nadie desaparecido”, declaró Méndez.
Los trabajos en la zona siniestrada se han intensificado con la esperanza de encontrar sobrevivientes, aunque las probabilidades se reducen con el paso de las horas. Equipos de rescate nacionales, apoyados por personal técnico especializado y voluntarios, permanecen en el lugar día y noche.
La tragedia ha generado reacciones de solidaridad en todo el mundo. Entre las muestras de apoyo figuran mensajes enviados por el papa Francisco, el presidente de Rusia, Vladímir Putin; el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken; el Consejo Presidencial de Transición de Haití, así como la embajada estadounidense en el país y autoridades del gobierno español, entre otros líderes y organismos internacionales.
A pesar de la confusión generada el miércoles sobre una posible finalización de las operaciones de búsqueda, el COE aclaró que la labor no se detendrá mientras haya posibilidad de hallar personas con vida o de responder a denuncias de desaparecidos.
Las autoridades exhortan a la ciudadanía a mantenerse informada por canales oficiales y a evitar la difusión de rumores o informaciones no confirmadas que puedan causar angustia innecesaria a la población.