Un incidente en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan genera preocupación sobre la seguridad aérea.
Washington, AP.- Un avión de American Airlines, vuelo 2246 procedente de Boston, abortó su aterrizaje en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan el martes por la mañana tras recibir instrucciones de un controlador de tráfico aéreo que advirtió sobre una posible colisión con una aeronave que se preparaba para despegar de la misma pista.
El incidente ocurrió alrededor de las 8:20 a.m. cuando el piloto del vuelo, en su descenso final, detectó que otro avión estaba en la pista. Para evitar el choque, el piloto realizó una maniobra evasiva, ascendiendo nuevamente para asegurar la separación entre ambas aeronaves. La Administración Federal de Aviación (FAA) afirmó que esta acción fue necesaria para “asegurar que se mantenía la separación entre ambas aeronaves”.
Este suceso se produce en un contexto de creciente preocupación por la seguridad aérea en América del Norte. Solo unas horas después, otro avión de Southwest Airlines, vuelo 2504 de Omaha, Nebraska, tuvo que realizar un giro de espera en el Aeropuerto Midway de Chicago para evitar un posible choque con un avión que cruzaba la pista. Afortunadamente, el vuelo aterrizó sin incidentes tras seguir los procedimientos de seguridad establecidos.
En las últimas semanas, ha habido una serie de incidentes aéreos, incluido un accidente el 6 de febrero en Alaska que resultó en la muerte de diez personas. Además, el 26 de enero, una colisión entre un helicóptero militar y un vuelo de American Airlines en el Aeropuerto Ronald Reagan dejó un saldo trágico de 67 víctimas fatales.
Hasta el momento, American Airlines no ha emitido comentarios sobre el incidente en Washington DC, y la FAA continúa investigando la serie de eventos que han suscitado inquietudes sobre la seguridad en la aviación.
La FAA, responsable de supervisar la seguridad de la aviación civil en Estados Unidos, ha reiterado la importancia de mantener las distancias adecuadas entre aeronaves en el espacio aéreo. En este caso, la rápida reacción del piloto del vuelo 2246 evitó lo que podría haber sido un trágico accidente.
