Miami.- El canciller taiwanés, Joseph Wu aseguró que su país busca la paz, pero que se siente “hostigado” constantemente por China, cuyo gobierno se opone abiertamente a reconocer su soberanía y la presencia como miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al tiempo de destacar que esto demostraría la determinación del organismo internacional de unirse por la paz global en un momento crítico en el que el futuro del mundo está en juego.
En un artículo escrito destacó que después de más de 50 años de que China comunista ocupara en la ONU la silla que tenía Taiwán en esa organización, la “isla-estado”, caracterizada por su democracia plena y una economía exitosa, ha insistido en su aspiración de volver nuevamente a ese organismo internacional.
El canciller de Taiwán, Joseph Wu, calificó a su país como un “Estado valiente”, que busca la paz, pero que se siente “hostigado” constantemente por China, cuyo gobierno se opone abiertamente a reconocer su soberanía.
El canciller insistió en que el gobierno chino hace lo posible por hostigar y castigar a Taiwán en el plano diplomático, y que impide que se pueda integrar a cualquier organismo internacional, comenzando por la ONU, ya que, para ello, se requiere la aprobación del Consejo de Seguridad, y el veto chino lo hace imposible.
Sin embargo, dijo que los taiwaneses tienen mucho que aportar a la ONU. En materia de paz, explicó, cualquier conflicto que detonen los chinos en el estrecho de Taiwán tendría consecuencias muy graves, no solo en vidas humanas, sino a nivel mundial, debido a que por ese estrecho se transporta la mitad de los contenedores comerciales del mundo, y que Taiwán es el proveedor de semiconductores (microchips) más importante del planeta.
Dijo que la conveniencia de contar con Taiwán en las diversas organizaciones y foros es muy alta, no solo en justicia para el pueblo taiwanés, sino en materia de las contribuciones por los múltiples avances que tiene esta nación.
Además de las aportaciones al ámbito mundial que pueden hacer los taiwaneses, está el tema esencial de la ONU, que es mantener la paz; y en una zona de alta conflictividad provocada claramente por China, se hace evidente la necesidad de escuchar la voz de los taiwaneses y darles el lugar que, en estricta justicia, deben ocupar en el mundo.
Expresó que en la creación de la ONU, la República de China, el nombre oficial de Taiwán fue miembro fundador de esa organización, sin embargo, luego de la toma violenta del poder por parte del comunismo, se formó la República Popular de China y aunque Taiwán logró mantener esa representación hasta 1971, fue expulsada de la ONU para darle el espacio a la China comunista.
Destacó que la resolución 2758 de la ONU, que marca la expulsión de su país, los “deja desde entonces en un injusto estado de exclusión, tanto al gobierno democrático como a sus ciudadanos.
Sostuvo que esa resolución es ambigua y deja varios vacíos y malas interpretaciones, siempre a favor de la China comunista, dejando en indefensión a Taiwán.
“Esta resolución no establece que Taiwán sea parte de la República Popular China ni otorga a la República Popular China el derecho de representar al pueblo de Taiwán en las Naciones Unidas y sus agencias especializadas. Deja un vacío que solo favorece a la RPC.
Precisó que, de hecho, la resolución sólo determina quién representa al Estado miembro China, un hecho que la comunidad internacional y la propia China reconocieron después de la votación correspondiente en 1971. La posterior tergiversación de la Resolución 2758 contradice los principios básicos sostenidos por la Carta de la ONU y debe rectificarse”, aseguró el jefe de la diplomacia de Taiwán.
Wu solicitó que en la 78ª Asamblea de la ONU se admita de nuevo a Taiwán: “Permitir que Taiwán participe significativamente en la ONU beneficiaría los esfuerzos del mundo para abordar problemas globales apremiantes. Esto demostraría la determinación de la ONU de unirse por la paz global en un momento crítico en el que el futuro del mundo está en juego. Juntos somos más fuertes. Ahora es el momento de actuar según este principio fundamental incluyendo a Taiwán”.
Los taiwaneses esperan que esta petición sea nuevamente estudiada y se haga realidad. Sin embargo, para muchos el esfuerzo y el trabajo para lograrlo es difícil.
Taiwán está reconocida como ‘entidad soberana’ por la Santa Sede y por 19 Estados miembros de las Naciones Unidas y mantiene relaciones diplomáticas con otros 57 Estados miembros de la ONU.
En febrero del 2023, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, le informó al ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, que, en aras de fortalecer la política internacional con el gobierno popular de China, todos los funcionarios nacionales, locales y departamentales debían abstenerse de relacionarse con emisarios de Taiwán. De América Latina, Paraguay es el único país sudamericano con vínculos con Taiwán.