Santo Domingo.- «Los límites son mentales», es la expresión de María Inés García Soto, una empleada del Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd) que, a pesar de su condición de discapacidad, desarrolla un trabajo responsable y eficiente como auxiliar administrativa en la Dirección General de Gestión Humana.
Esta joven de 24 años ingresó a la institución educativa en agosto del 2018, producto de un acuerdo entre el Minerd y el Consejo Nacional de Discapacidad (Conadis), ocupando la posición de recepcionista de Recursos Humanos; sin embargo, durante el transcurso de estos cinco años su avance laboral ha sido notorio, y se ha ganado el respeto y la admiración, tanto del director de esa área como de sus compañeros, que ven en ella un ejemplo a seguir.
El convenio con el Conadis contempla la inserción laboral en el Ministerio de Educación de personas con discapacidad para que puedan desarrollar sus habilidades para ofrecerles igualdad de oportunidades para su avance pleno e integral en la sociedad.
María Inés, con tan solo 18 años, entró a formar parte de la nómina administrativa del Minerd, su primer empleo, y lo califica como una experiencia enriquecedora, en el que ha aprendido mucho, sobre todo, porque, actualmente, trabaja en su área de estudio: Psicología Organizacional.
Al reflexionar sobre el papel del empleado público dice que lo principal es que debe tener empatía, sobre todo, entender la posición de las personas, la situación que enfrentan cada día; es decir, «ponernos en sus zapatos» para poder ofrecer un servicio humanitario y de calidad.
En su nueva ocupación como auxiliar administrativa, María Inés asegura sentirse cómoda, además de que para ella representa un nuevo reto, más enriquecedor que el anterior, a través del cual puede seguir desarrollando sus habilidades.
«Aspiro a seguir creciendo en el ámbito laboral, adquirir la mayor cantidad de experiencia y, sobre todo, brindar el servicio más ameno posible a los usuarios que vienen requiriendo de nosotros», expresa.
Entre sus funciones está el manejo de la correspondencia, tanto de la que se recibe como a la que hay que darle respuesta; también asiste al director de Gestión Humana y a los usuarios que requieren servicios.
«Soy un ejemplo de resiliencia y los límites nos lo ponemos nosotros. Hay días buenos y malos, pero las dificultades las vamos afrontando según llegan», puntualiza, esta joven que padece de una lesión medular producto de una cirugía de escoliosis, que la dejó en sillas de ruedas cuando tenía apenas 15 años. Sin embargo, su condición de salud no la ha limitado, al contrario, la empuja cada día a desarrollarse como persona y profesional.
Valoraciones
Al hablar sobre María, el director de Gestión Humana, William Rodríguez Quiñones, dice que es una joven con aptitudes, con una gran destreza, siempre dispuesta a colaborar con los demás.
«¡Qué gratitud siento al tener a María trabajando conmigo! ¡Cómo me expresa el resultado que busco de ella!», expresa con admiración el director de Gestión Humana.
Dice que en esta joven trabajadora ha depositado confianza y que los trabajos que realiza salen de una forma contundente. «Es ágil y hábil», expresa Quiñones.
Una de sus compañeras de labores, Zuleica Montero, asegura que «María Inés es un ejemplo de superación, proactiva en sus labores, siempre dedicada a hacer su trabajo con excelencia. Siempre trata de ser empática con sus compañeros de labores, dando lo mejor de ella para que cada uno se desarrolle de manera excelente y con eficiencia», expresa
Mientras que Ashley Martínez, quien también es compañera de trabajo afirma que «María es muy amigable, productiva y con quien se puede contar ante cualquier situación. Se ha vuelto indispensable en su área laboral, lo que se evidencia en distintas situaciones que se han presentado durante su ausencia. Es una persona que aporta un granito de arena para crecer como persona y profesional dentro de sus labores.
