El artista urbano cerró el domingo su último concierto con el anuncio de haber aceptado a Jesús en su corazón y prometió servirle en adelante
A casa llena, el “Big Boss” se lució al presentar la primera función de su espectáculo “La Meta” en el Coliseo de Puerto Rico.
Daddy Yankee le puso fin a la historia musical que forjó por las pasadas tres décadas en el género urbano para iniciar una completamente nueva con Jesús como su manejador. La estrella del reguetón culminó el domingo sus conciertos de despedida de los escenarios con la confesión de haber aceptado a Cristo en su corazón y prometió que usará los recursos artísticos que tiene a su alcance para evangelizar.
Ante un público eufórico que le pedía “otra, otra” luego de que el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot ardiera técnicamente con el éxito “Gasolina”, el artista volvió a tomar el micrófono para revelar que el vacío que experimentó por largo tiempo, lo llenó acercándose a Jesús.
“Mi gente este día para mí es el más importante de mi vida y se los quiero compartir, porque no es lo mismo vivir una vida de éxito que una vida con propósito”, dijo un Daddy Yankee emocionado, pero firme en su palabra. “Por mucho tiempo intenté llenar un vacío en mi vida que nadie pudo llenar; trataba de rellenar y buscar un sentido a mi vida. En ocasiones aparentaba estar bien feliz, pero faltaba algo para hacerme completo, y les tengo que confesar que esos días terminaron. Alguien pudo llenar ese vacío que sentía por mucho tiempo, me pude dar cuenta de que para todos era alguien, pero yo no era nada sin él”, continuó tras haber desplegado su dominio escénico a lo largo de las dos horas y media de concierto.
Pude recorrer el mundo, ganar muchos premios, aplausos y elogios, pero me di cuenta de algo que dice la Biblia: De qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma, por eso esta noche reconozco y no me arrepiento en decirle al mundo entero que Jesús vive en mí y que yo viviré para él.
El vacío del que habló lo compartió también en un video que corrió durante su espectacular concierto de despedida, en el que revelaba que por mucho tiempo tuvo una lucha interna que en muchas ocasiones no le permitió disfrutar completamente lo que ocurría en su carrera musical.
“Ahora el que me conoce por Daddy Yankee que diga, ‘Daddy Yankee en Cristo, Raymond Ayala en Puerto Rico’. Se acabó una historia y va a comenzar una nueva historia, un nuevo comienzo. Todas las herramientas que tenga en mi poder, como la música, las redes sociales, las plataformas, un micrófono, todo lo que Jesús me entregó, es ahora para el reino. Muchas gracias Puerto Rico y espero que ustedes caminen conmigo en este nuevo comienzo y espero que se les grabe algo bien importante: No sigan a ningún hombre. Yo soy un humano; todas las personas que me siguieron, sigan a Jesucristo, que él es camino, la verdad y la vida”, puntualizó.
Con el público de pie, tal como se mantuvo a lo largo del show, advirtió “Cristo los ama y Cristo viene”.