Juan Pablo Duarte era un dominicano comprometido con la causa independentista, pero al mismo tiempo, un hombre que valoraba la amistad y el amor.
En visita a su museo se pueden apreciar diversas cartas enviadas a su amada.
Con una contextura física regular (ni grueso ni delgado), piel suave y color rosa, cabellera dorada, lacia y poco poblada, Duarte tuvo dos relaciones amorosas conocidas.
En 1836, inició su primera relación sentimental con María Antonieta Bobadilla, de acuerdo con una publicación del Instituto Duartiano.
Mientras que una segunda novia y prometida fue Prudencia Lluberes (La Nona), su amor más largo e intenso.
En la publicación se explica que definitivamente mantuvo por ella, un sentimiento indeleble, pues ¨aquella linda muchacha hija de catalanes¨ recibió una sortija de Duarte y se entregó a la causa revolucionaria.
Afirma que Duarte fue exiliado a Alemania, y estos no volvieron a encontrarse, sin embargo, el amor que ella profesó solo la muerte pudo terminarlo, pues falleció soltera esperándolo.
Y al parecer, no solo ella le esperaba, pues Juan Pablo Duarte, tampoco se casó ni tuvo hijos.